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La Serenísima negocia su venta de manera reservada

Un grupo francés estaría tomando posesión de otra empresa argentina, esta vez sería La Serenísima. La compañía que controla el empresario Pascual Mastellone negocia la venta de manera reservada. A la fecha, maneja más del 70% del negocio de la leche fluida que se comercializa en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. La política de precios controlados tuvo un fuerte impacto en la viabilidad de la empresa.

Durante el 2008, La Serenísima cerró con importantes pérdidas y con una grave situación financiera. En aquel período se corrieron rumores por un posible salvataje que vendría del gobierno de Cristina Fernández y ahora todo apunta a la venta al grupo Danone que controla el negocio de yogures y postres de la marca. Las fuentes del grupo dicen que hay "una negociación abierta desde hace un tiempo y está encaminada". La negociación es con la francesa Danone, firma con la cual en 1996 Mastellone selló un joint venture para la producción, comercialización y distribución de yogures y postres de La Serenísima. La estrategia presentada por el grupo Danone es el esquema que repite en algunos países, le adquiere la materia prima a Mastellone. Junto al grupo francés también tomaría participación un grupo nacional, cuyo nombre no trascendió momentáneamente. Guillermo Moreno, el Secretario de Comercio Interior, habría sugerido, durante el 2008 que lo más conveniente para la empresa era su venta. Oportunamente, salieron a relucir nombres como el grupo Eskenazi e IRSA, a través de su firma agropecuaria, Cresud, pero ambas empresas lo desmintieron. La Serenísima maneja más del 70% del negocio de la leche fluida que se comercializa en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. La Serenísima destina diariamente más de 2 millones de litros a la producción de leche fluida, producto sensible al humor oficial por cualquier variación de precios.

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