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La Ceremonia del adiós a la Embajadora de la Música
“Llegó un día en que nuestra Embajadora de la Música, Mercedes Sosa tenía que presentarse ante el mas grande de los maestros: Dios”. El maestro le dijo: “Negra, llegó la hora de descansar. Acompáñame, así nos das tu dulzura y calor -como siempre le diste a todos aquellos que te acompañaron y acompañastes con toda tu sabiduría y amistad”. ¡De la misma manera, nos acompañarás siempre “Negra”!
Cuatro décadas de trayectoria profesional avalan a la más grande: Mercedes Sosa. Una disfunción renal se la llevó a esta excepcional artista. Su repertorio logró visibilidad y reconocimiento en todo el mundo. Su voz llevó siempre un profundo mensaje de compromiso social a través de la música de raíz folklórica, sin prejuicios de sumar otras vertientes y expresiones de calidad musical. “La Negra” nació en San Miguel de Tucumán, el 9 de julio de 1935, en un hogar extremadamente humilde. Conoció privaciones, sufrimientos y dolores esas cosas que da la pobreza. Llegó a convertirse en "la voz de América", un calificativo que nunca llegó a conquistarla: "Quien dice eso no conoce América Latina. Es un continente enorme, diverso, variado. Hay mil voces, no una". Mercedes Sosa: una artista comprometida con el sentir de su pueblo, tuvo que enfrentar el exilio durante la dictadura militar. Como artista original, La Negra supo asociar la tradición folklórica y las expresiones contemporáneas con fineza incomparable, recuperando el pasado y anticipando el futuro.
El corazón de los argentinos siempre vivirá con su música y legado de sabiduría y alegría con su canto profundo.
Las palabras de reconocimiento de Teresa Parodi, testimonian hoy un sentimiento por muchos compartido:
Mercedes, salmo en los labios,
amorosa madre amada,
mujer de América herida,
tu canción nos pone alas y hace que la patria toda,
menudita y desolada, no se muera todavía,
no se muera porque siempre cantarás en nuestras almas…
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