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Cumbre del G8 apoya

la transición democrática en países árabes

Los Presidentes del G8 participaron  junto a sus homólogos de Túnez y Egipto.  En la reunión del G8 las ocho superpotencias han estado de acuerdo en la mayoría de los temas puestos sobre la mesa. Nicolás Sarkozy, mandatario de Francia, Presidente actual del G8 y anfitrión del encuentro repasó algunos de los puntos claves de esta cumbre 2011 de las superpotencias.  “G8 Deauville:  un nuevo impulso para la libertad y la democracia”, nombre puesto a este encuentro, desarrolló una declaración oficial de 23 páginas de letras apretada que se inician con una frase bien reveladora: "En estos tiempos de conmoción, nosotros, los jefes de estado y de gobierno del Grupo de los 8, reafirmamos nuestro profundo compromiso en favor de la libertad y de la democracia, que son valores universales". Y luego prosigue con una enumeración de los siete temas generales que preocupan al G8 en cuestión de geopolítica y ayuda al desarrollo y de las soluciones que propone o las medidas que va a poner en práctica a corto o medio plazo. Sarkozy resumió,
Solidaridad con Japón: El G8 ofrece toda su ayuda a Japón para superar la catástrofe del terremoto de Fukushima y el subsiguiente accidente nuclear de la central de Fukushima Daïshi.  El G8 tiene confianza en el gobierno nipón para gestionar la crisis y ofrecer información continuada sobre la evolución del peligro nuclear. Japón ha asegurado que todos los productos que exporta son seguros y el G8 subraya que deben de ser sometidos a estrictos controles científicos, al tiempo que advierte de que la tragedia ha de servir para promover en el futuro unos mayores niveles de seguridad nuclear.  Economía mundial:  El Grupo de los Ocho se congratula de los indicios de recuperación económica mundial, al tiempo que los países que lo integran se declaran decididos a sanear sus finanzas públicas y controlar el gasto. También, de acuerdo con el G20, se comprometen a ampliar el campo de ayudas al desarrollo, atenuar la volatilidad de los precios de las materias primas, reforzar el sistema monetario internacional.  Seguridad nuclear:  Lo sucedido en Japón confirma que existe una necesidad constante de reevaluación de la seguridad nuclear y el G8 está determinado a promover en el futuro los más altos niveles de control relativos a este tema.  Solicita a aquellos países que aún no hayan suscrito la Convención de Seguridad Nuclear que lo hagan y anuncia que en la próxima reunión de dicha Convención, prevista para 2012, pedirá que se amplíen al máximo los controles.  Cambio climático:  Las ocho superpotencias se comprometen a luchar por reducir al 50% la emisión de gases de aquí a 2050. Reivindican el espíritu de las conferencias de Cancún y Copenhague y anticipan que en la próxima cita internacional de Durban pedirán a todos los países emergentes un esfuerzo en materia de política medioambiental.  Desarrollo:  Para el G8 las ayudas al desarrollo son una de sus principales prioridades y señala que sus países miembros asumen el 85% del gasto en seguridad alimentaria, el 78% de la financiación de la lucha contra el sida, la tuberculosis y el paludismo, el 44% de la lucha contra la polio y el 70% de la APD (Ayuda Pública al Desarrollo) que, en 2010, representa 89.250 millones de euros.  Paz y seguridad:  El Grupo de los Ocho exige el fin inmediato del uso de la fuerza contra los civiles en Libia y se compromete a apoyar la transición política en este país, al tiempo que declara que Gadafi ha perdido toda la legitimidad y debe partir.  También advierte a Siria sobre la represión y solicita que sean liberados los prisioneros políticos. Hace una llamada a Israel y la Autoridad Palestina a alcanzar un entendimiento, de acuerdo a la propuesta de paz formulada el 19 de mayo por Barack Obama.  Condena el uso de la violencia en Yemen. Se muestra preocupado por la pérdida de derechos fundamentales en Irán.  Y, en referencia a este país, apunta también que debe respetar las resoluciones del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.  De no hacerlo, amenazan con tomar medidas.
Por otra parte, condena el comportamiento provocador de Corea del Norte en relación a sus programa de enriquecimiento de uranio y sus pruebas armamentísticas.  Propone una conferencia sobre una zona exenta de armas nucleares en Oriente Medio.  Declara la muerte de Osama Bin Laden como un escalón más en la lucha contra el terrorismo, que sólo será eficaz a través de la colaboración internacional y el destierro del radicalismo.  Se felicita por el plan de acción conjunto emprendido en 2011 contra el tráfico mundial de cocaína.  Reafirma su apoyo a un Afganistán estable.  Pide a Pakistán que resuelva sus graves problemas internos y apunta como vía la importancia crucial de la educación.  Se declara preocupada de la escalada de violencia en Zimbabwe y apuesta por organizar allí unas elecciones libres y transparentes. Internet:  La Red de redes se han convertido en un espacio público de primer orden y un creciente motor de la economía mundial del siglo XXI y el G8 ha invitado a los principales dirigentes del sector a estudiar el modo de controlarla. Estos son conscientes de sus responsabilidades en lo concerniente a la propiedad intelectual, la persecución de actividades delictivas como la pederastia y la fiscalidad digital.  Pero también se han mostrado reacios a poner controles que limiten la libertad.  El e-G8 Forum se repetirá anualmente y los líderes de la era digital se van con el encargo de realizar propuestas al grupo de las superpotencias.  Un párrafo aparte fue el fuerte saludo del G8 por los esfuerzos de Rusia por entrar en la Organización Mundial del Comercio, se declaran favorables al libre comercio, consideran la innovación un factor esencial de crecimiento, reivindican la cooperación internacional en materia de investigación, apoyan todas las iniciativas de crecimiento verde (esto es, vinculado a prácticas ecológicas), se preocupan por el aprovechamiento de los recursos energéticos.
El capítulo esperado en esta reunión del G8 era esperar la búsqueda rápida a la transición democrática de los países árabes otorgándole  una ayuda económica de 28.000 millones de euros para reactivar la economía de Túnez y Egipto.   Sarkozy manifestó, "queremos ayudar a consolidar la democracia en los países de la primavera árabe".   El G8 también ha querido recompensar a las tímidas democracias africanas como Guinea, Níger y Costa de Marfil que han pedido más 20.000 millones de euros.   Los países más pobres tienen presente las históricas promesas, ahora olvidadas, del G8 de 2005 a cerca del desarrollo en África subsahariana.  El cuadro de ayuda económica para los anuncios del G8 será otorgado, la mitad será un préstamo de varios bancos, siete mil millones de euros vendrán de varios países del Golfo, y el resto, de acuerdos bilaterales.  Francia aportará mil millones de euros para Egipto y Túnez. Para Masood Ahmed, Director del Departamento de Oriente Próximo del Fondo Monetario Internacional, es una ayuda fundamental, “Estos países se enfrentan a muchos problemas. Los precios de la comida y la gasolina están subiendo, pagan más por los préstamos y hay menos turismo.  Necesitan financiación que les ayude en sus necesidades más inmediatas.  Ahí es donde puede entrar el FMI”. Este paquete no incluye la ayuda de la Comisión Europea, que aportará siete mil millones de euros hasta el año 2013.  El Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo “No se trata sólo de la economía, es un gran compromiso con esas sociedades, con esos ciudadanos, y creo que están preparados. Hagamos todo lo que podamos para apoyar esta primavera árabe”.  La aportación del G8 irá destinada principalmente a Egipto y Túnez, países donde la transición democrática está en marcha y cuyos Primeros Ministros han estado presentes en la cumbre.  La próxima cumbre de las superpotencias, bajo la presidencia francesa, será la del G20 en Cannes, el 3 y 4 de noviembre de 2011.

Sarkozy rechaza una reestructuración de la deuda griega

El Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, expresó finalizada la cumbre que rechaza la posibilidad de una reestructuración en Grecia que implique que el país heleno no pague su deuda, pero no ha descartado que el sector privado comparta parte de la carga que conllevaría hacer frente a los problemas del país.  Advirtiendo y explicando que si una reestructuración significa que un país no pague sus deudas, esa opción no es válida.  "Esto es claro y preciso".  En cambio, defendió que si una reestructuración significa compartir la carga con el sector privado no habría problema, porque "eso no es una reestructuración", e incidió en que es necesario converger hacia esa dirección.  En este sentido, incidió en que la palabra reestructuración a veces está "mal empleada".  Asimismo, rehusó comentar más sobre este asunto al no estar Grecia presente en la reunión del G-8, al mismo tiempo que rechazó que exista un desacuerdo en Francia y Alemania sobre este asunto, y defendió que ambos mantienen una "colaboración indispensable".  "La credibilidad de los países europeos es indispensable", remarcó.  Por otra parte, el Presidente francés también incidió en que la situación de la zona euro es "estable", con un crecimiento repartido y una divisa con un alto valor respecto al dólar, lo que demuestra que el euro "no es frágil".  Así, añadió que coincide con Alemania en su "apoyo total, completo y sin ambigüedad" a la moneda común europea.

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