Así como fueron asistidas Grecia, Irlanda, Portugal y España ahora Chipre contará con un plan de ayuda internacional, transformándose en el quinto país de la Eurozona que recibe una ayuda específica para su sector bancario. En  el caso de Chipre y tras reiteradas tentativas fallidas entre la zona euro y el FMI lograron un acuerdo sobre un plan de ayuda a Chipre por un monto de 10.000 millones de euros. Chipre a cambio se compromete esencialmente a reducir su sector bancario cerrando la segunda entidad del país, el Laiki, y reestructurando la primera, el Bank of Cyprus. Los depósitos inferiores a 100.000 euros no se tocan. Un gravamen previsto inicialmente afectaba a todos los depósitos. Entre las restantes medidas figuran una subida del impuesto de sociedades, que pasa del 10 al 12,5%, y privatizaciones. Por su parte, Grecia oportunamente recibió la ayuda proporcionada para evitar la quiebra del país totaliza 380.000 millones de euros en forma de préstamos, sumas inyectadas y quitas de deudas. Dos planes estuvieron acompañados por un programa draconiano de ajuste presupuestario, bajo control de la troika de proveedores de fondos (UE, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).La escalas de préstamos fueron mayo de 2010, por 110.000 millones de euros, febrero de 2012, 165.000 millones de euros. Se sumó una quita por los acreedores privados del orden de 107.000 millones de euros. Un paquete de 2.800 millones, en el marco del segundo plan de ayuda, debía ser entregado a Grecia este mes de marzo. Pero la troika y el Gobierno griego interrumpieron sus negociaciones sobre las medidas de acompañamiento de este pago, sobre todo relacionadas con el IVA y la supresión de puestos de funcionarios. Las discusiones continúan y se espera una definición. Por su parte Irlanda otro de los países que recibió ayuda económica, después de Grecia, suscribe un plan de ayuda con la UE y FMI, en noviembre de 2010. El déficit público había alcanzado un 32% del PIB, un naufragio consecutivo a la burbuja inmobiliaria de 2008 que devastó el sector bancario del país. La ayuda internacional de 85.000 millones de euros estaba supeditada a condiciones draconianas, que Irlanda cumplió. Irlanda cerró con éxito su primera emisión de obligaciones a 10 años desde su rescate: obtuvo 5.000 millones de euros a un interés en torno al 4,15%. Otro auxilio financiero recibió Portugal que para lograr esa ayuda tuvo que realizar un plan de rigor y reformas a pedido de la UE y el FMI con el fin de sanear sus finanzas públicas y reactivar la economía, como contrapartida de un préstamos de 78.000 millones de euros. Este país espera regresar rápidamente a los mercados de capitales. Pero lamentablemente la economía se ha desplomado y el PIB cayó el 2012 un 3,2%, la recesión más grave desde 1975. Portugal ha obtenido de sus acreedores un oxigeno de un año suplementario para reducir su déficit público, que deberá reducir por debajo del 3% del PIB ahora en 2015. Un caso de ayuda que se palpita día a día es la de España que obtuvo en junio de 2012 una línea crediticia de 100.000 millones de euros de la Eurozona para su sector bancario. Esta ayuda ascendió finalmente a 41.400 millones de euros para la recapitalización de los bancos en apuros y la creación de banco malo, el SAREB. Madrid logró evitar un plan de ayuda global para su economía, pero debe afrontar un importante derrape de sus finanzas públicas: según las últimas previsiones de la Comisión Europea, el país debería registrar un déficit público del 6,7% en 2013 y del 7,2% en 2014. Bruselas no excluye revisar los objetivos de reducción presupuestaria del país.