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Presidenta argentina remarcó la necesidad de una mayor
“integración económica sur-sur”
Cristina Fernández de Kirchner participó de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y Países Árabes, aseguró que “debe haber una integración inteligente entre nuestros países para mejorar nuestra cooperación económica”. Fernández de Kirchner, volvió a reclamar el fin de los enclaves coloniales como el de las Islas Malvinas y el reconocimiento del Estado Palestino como miembro pleno de las Naciones Unidas, remarcando, “Creo sinceramente que un mundo más justo y más seguro se va a poder dar en un marco de mayor igualdad entre los países”. Sosteniendo que la organización del mundo que tuvo lugar a partir de la II Guerra Mundial, “ha comenzado a mostrar evidentes signos de cambio”.
En ese sentido, la Jefa de Estado mencionó lo que denominó “un nudo gordiano de la paz en Medio Oriente” aseverando que se debe “lograr que Palestina sea reconocida como estado y sea miembro pleno de naciones Unidas”. La mandataria argentina manifestó que la postura del gobierno argentino no está tomada en forma abstracta y resaltó: “Sufrimos en nuestras Islas Malvinas la ocupación territorial, somos un país que tiene un enclave colonial en pleno siglo XXI”. Asimismo, la Presidenta indicó que “muchos países árabes tienen centrales nucleares” diseñadas en Argentina. Explicando que el país es “líder en no proliferación de la energía nuclear” y en el “uso pacífico” de la misma. Al respecto, reclamó que “la no proliferación nuclear sea aplicada a todos los países del mundo”. Enfatizando que “existe un doble estándar en lo que hace al cumplimiento de las resoluciones de los organismos multilaterales: aquellos países que tienen un asiento permanente en el Consejo de Seguridad pueden incumplir todas las resoluciones”. Recalcando, “Nosotros lo vivimos en carne propia, como lo vive en carne propia el pueblo palestino”. La Jefa de Estado argentino, consideró que “la justicia se puede ver en un marco de igualdad”. Sobre el conflicto en Siria, sostuvo que “abogamos por una solución negociada, sin intervencionismo extranjero”. “Se está observando un crecimiento de inseguridad y de la violencia”, a la par de “un aumento muy fuerte de una crisis que parecía que se terminaba en 2009 o 2010”. En ese sentido, Fernández de Kirchner, aseguró que los países desarrollados pretenden “volcar las consecuencias de la crisis, en países como nosotros, que con nuestro crecimiento hemos sostenido el crecimiento de la actividad económica mundial”.
Por tal motivo, opinó que es central “comenzar a articular estrategias y políticas concretas que fomenten la integración económica sur-sur”. Además resaltó el ejemplo de los países de América del Sur en donde “las diferencias se pueden dar solamente en el marco de la política, y los conflictos se solucionan en el marco de la democracia”. Con relación a la denominada “primavera árabe”, la mandataria indicó que “algunos interpretaron que los pueblos árabes querían abandonar su cultura, sus creencias, y volcarse a una occidentalización”. Pero sostuvo que “cada país tiene derecho a vivir de acuerdo a su cultura y sus creencias”. Volviendo sobre el tema de la crisis global, la Presidenta explicó que muchos de los países árabes son productores de energía, y por ello “dependen de que el mundo mantenga un nivel de actividad económica por las que el mundo siga reclamando esos commodities”. Indicó que en Sudamérica “como grandes potencias agroalimentarias tenemos impacto, tal vez menos, porque aún los que no tienen trabajo, van a querer comer”.