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Cristina de Kirchner asumió la titularidad del G-77

La mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, tomó la titularidad del G-77, el grupo de países en desarrollo. La Jefa de Estado argentino aseguró que mejorara el multilateralismo y criticó algunos mecanismos de los países desarrollados, que permitieron crisis económicas y problemas en la seguridad mundial. La presidenta argentina manifestó, “Tenemos que tener la percepción del poder que tiene este G-77 más China, y como usar políticas que incidan en el cambio mundial, que tengan como objetivo la recuperación de la economía y la generación de trabajo. Debemos tener una posición proactiva porque creo que estamos a tiempo de prevenir escenarios no deseados”, estas palabras las expresó Cristina de Kirchner ante los jefes de estado que conforman el grupo. La asunción de la presidencia argentina en el Grupo de los 77 es por un año. Este grupo es integrado por los países en desarrollo más China dentro de las Naciones Unidas, la distinción a la mandataria se produce por primera vez desde la fundación del G-77 en el año 1964. Cristina de Kirchner aseguró que: “La Argentina vive esto con orgullo y con gran responsabilidad”. En tanto, la Jefa del Estado explicó, cuáles son los objetivos del grupo, asegurando que hay que mejorar el multilateralismo y criticando algunos mecanismos de los países desarrollados, que permitieron crisis económicas y problemas en la seguridad mundial. Con firmeza, la presidenta expresó, “Veníamos sosteniendo, desde 2003, la reformulación de los organismos multilaterales de crédito. Lo hacíamos con la experiencia de la crisis de 2001, que puso a la Argentina en una situación en la cual nuestro sistema financiero explotó. Éramos la niña mimada del Fondo Monetario. Resultamos su conejillo de India”. Asegurando, que la implosión del sistema financiero de 2001 fue muy parecida a la de los países desarrollados. Afirmando, “Hablamos de una nueva arquitectura financiera mundial y un sistema de contralor de los fondos buitre, de reformular a las calificadoras de riesgo, que provocaron una crisis sin precedentes desde 1930. A nuestros bancos centrales se les aplicaban controles que no se desarrollaba en todo el mundo”. Precisando, “Los Estados Unidos, con déficit estructural, nos coloca a nosotros, un grupo que representa la mayor cantidad de PBI mundial, densidad demográfica, consumidores, en la disyuntiva de generar una modificación que es básica para el mundo. En los sistemas de decisión institucionales nuestros países no tienen representación acorde al sistema de decisiones”. En este mismo sentido, Cristina dijo que “este nuevo escenario, que condenaba a los países en vías de desarrollo a vender materia primas baratas, se modificó”, y aseguró que el objetivo principal que deberían haber tenido los países desarrollados era ayudar a mantener los puestos de trabajo.

Reclamo por la seguridad mundial
La Presidenta Argentina dijo que en reiteradas oportunidades, la necesidad de derogar el derecho a veto que tienen algunos países, señalando “El Consejo de Seguridad con asientos rotativos y permanentes tuvo su razón de ser en la postguerra. Ese escenario desapareció. Aparecieron nuevos actores y nuevos peligros, por eso hay que reformarlo. No esperemos que haya una catástrofe mundial para reformar el Consejo”. Asegurando, “Muchas situaciones que se han provocado en el mundo, que generaron conflictos bélicos, han sido provocados por los que tienen un asiento permanente en el Consejo. Tienen el poder de veto para seguir actuando”. La mandataria argentina volvió a pedir por la aceptación de la creación de un estado palestino, que conviva con Israel, y que forme parte de la ONU. La posición tomada por la nueva presidenta del G-77 relacionado a la lucha contra el terrorismo mundial “La Argentina tiene una clara posición de lucha contra el terrorismo. Hemos sido víctima y somos ejemplo del respeto de los derechos humanos. Nadie puede pensar en la Argentina como un puente de aventuras que hacen a la defensa del mundo”. Por último, la Presidenta del G-77 aseguró que hay que tener metas realistas. “Hay necesidad de sostener el crecimiento, que exige consumo de combustible. Los países desarrollados pretenden que asumamos el costo del pasivo ambiental que les ha permitido bienestar. Significaría tener un retraso en las mejoras económicas. Debe ser esto, al menos, discutible”.

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